| viernes, 15 de junio de 2007 | 11:48


BUENOS MALOS


Ya no hay buenos malos. Sí, esos villanos reales o virtuales que te mantienen pegado a la pantalla en medio de infinitas sorpresas, giros argumentales, suspense; o que pronuncian frases tan brillantes como injustas; o que subrayan su maldad con una elegancia o una contumacia que provoca incluso síndromes de Estocolmo. Así, a vuelapluma, me acuerdo de dos grandísimos hijos de puta, uno histórico y otro de celuloide, que firmarían la famosa aserción de Fromm acerca de que el mal, el verdadero mal, es la absoluta ignorancia de todo y de todos, incluso de uno mismo. Uno es el clérigo cisterciense Arnaud Amaury, que el 20 de julio de 1209, durante la toma de Béziers, en medio de la Cruzada contra los herejes cátaros, ante la pregunta de los soldados de cómo distinguir a los católicos de los cátaros, respondió: Matadlos a todos; Dios reconocerá a los suyos. El otro es el vizconde de Valmont –magníficamente interpretado por John Malkovich en la adaptación cinematográfica del libro de Laclos- un tipo amoral y depravado que, fiel a su naturaleza de escorpión, no cesa de repetir su famoso no puedo evitarlo mientras fustiga a la malhadada madame de Tourvel. Sin embargo, me temo que hoy en día la realidad es mucho más prosaica. Los malos son tan mediocres en su conducta, tan lastimosos en su manera de enfrentarse a las consecuencias de sus actos, tan planos en su retórica fundamentalista, que de no ser por las sangrientas imágenes de Atocha pensaríamos que su estupidez es digna de compasión. ¿Cómo si no explicarnos el ambiente de verbena entre los islamistas confinados en las cárceles de Madrid por el 11-M, porque creían que sus abogados defensores les evitarían la condena contándoles a los jueces algún cuento de hadas a costa de los agujeros negros de la investigación? ¿Acaso creían que iba a haber a última hora un trasvase de votos en plan festival de Eurovisión que les salvaría? ¿Es posible que un tipo como Rafá Zouhier declare a bombo y platillo que se pone en huelga de hambre y acto seguido se vaya a desayunar? Un circo, eso es lo que es, pero uno donde a los perritos amaestrados los ponen como leones salvajes y a los payasos alcohólicos como arriesgados trapecistas. 200 son los kilos de Goma2 Eco robados de la mina Conchita, 191 las personas que pagaron con su vida la idiocia integral de estos impresentables, más de 1700 los heridos de Atocha, 40.000 los años de cárcel que piden los fiscales por tamaño sinsentido… Pero la vida no son cifras, sino indicios, de lo que está por llegar, de lo que viene o de lo que se fue. Y en este caso, en los patios de Alcalá-Meco y Valdemoro los cabecillas ya empiezan a darse cuenta de que tienen tantas posibilidades de salir inocentes como de que un españolito pueda comprarse un piso en Madrid. Rabei Osman El Egipcio se enfada hasta con su sombra. Slimane llora amargas lágrimas. Youssef Belhadj, Abdelmajid Bouchar, Hassan El Haski… inician huelgas de hambre. Definitivamente, los buenos malos no resultarían tan patéticos, a lo sumo enarcarían las cejas o soltarían alguna frase lapidaria aceptando lo irreversible. Todos estos presuntos asesinos vinieron a buscar algo, y ahora se van a llevar más de lo que habían venido a buscar.