La llamada italiana

| miércoles, 30 de septiembre de 2009 | 0:09






Suena el teléfono. Es tarde-noche. No reconozco el número. Cojo el teléfono. Es una llamada de un periodista italiano. Quiere hacerme una entrevista a propósito de Il tempo degli strani imperatori. El tipo es simpático, se defiende con el español y podemos entendernos. A la mitad de la entrevista hablamos de la Falange y del papel fundamental que tiene en la novela. Dedico unos minutos a dibujar un resumen de la época y las circunstancias de la División Azul. En medio de la exposición me hace una pregunta, parece preocupado: ¿no tiene miedo de que su novela sea considerada una novela política? Me quedo unos segundos sorprendido. Reflexiono, pero más por asombro ante la evidencia que por otra cosa. Respondo: sería difícil tener miedo de eso. ¿Por qué?, me interroga otra vez preocupado, en esta ocasión con un añadido de intriga. Porque todas las novelas son políticas, contesto.

9 comentarios:

MARFIL dijo...

Hola Ignacio,

Me alegro un montón de esa entrevista con el periodista italiano. Muchos éxitos de ventas te deseo en esa tierra. También por la valentía a la hora de contestar. O sencillamente a la hora de decir lo que uno piensa.

Sí que es cierto que sorprende que en este país aún existan reparos a decir lo que se piensa de la actuación de los que están en el poder. Tal vez ahí sí que nos quede algo de sumisión al poder, resultado de los tiempos del Caudillo. Incluso para los que prácticamente sólo hemos conocido la democracia. Si algo de eso nos queda mentalmente, es preciso revelarse. Está claro. Por supuesto que en Francia esto no pasaría. Lo de la LIBERTÈ de opinión y expresión, entre otras muchas, eso lo tienen claro desde bastante antes que nosotros.

¡Ojalá supiera yo, Ignacio, más de eso que se llama Economía!. Hago por ello, porque es mi obligación. No mi vocación (el día que la descubra ésta última, entonces me salgo del molde :-). Por supuesto que lo del caviar es un tema de escasez de oferta. Las leyes de la oferta y la demanda determinan eso, y además se cumplen matemáticamente. Así que alguna verdad contamos los economistas. En otros casos, simplemente se ponen los precios por discriminación. Creo que salía en un capítulo de los Simpsons: “Nosotros no podemos discriminar; nuestros precios sí”. ¿Realmente puede costar 1000 y pico euros una noche en una suite de hotel?. Las hay. De ese precio y más. Discriminan la clientela. Y luego está la estrategia que quiera seguir cada empresa. Estrategia de rentabilidad económica por rotación de ventas (ergo precio competitivo), por ejemplo Zara (Inditex) o por margen sobre ventas (Chanel).

Abrazos, Ignacio. Muchos abrazos.

P.D. : RODERICUS. Declaras que “….cualquier cosa que me suene a sumisión, me hace echar mano a la pistola, literalmente”. Pues hombre, reconozco que una vez hube de practicar la sumisión laboral y no usé la pistola. Me costó, no creas, pero lo hice. O reformaba un capítulo de la tesis, o no la leía. Lo hice (a mi pesar), leí la tesis, gané una oposición y me despedí del jefe/a. Hoy soy mi propio jefe. Ni te imaginas la felicidad que experimenté cuando al enviarlo a publicar, un evaluador anónimo de la Revista solicitó cambios en la dirección de cómo yo había planteado inicialmente las cosas. ¡Ni te lo imaginas!. Fue una de esas veces en que el tiempo pone las cosas en su lugar.

Fuera del campo laboral, yo no interpreto ciertas cosas como sumisión. Simplemente siempre he querido hacer feliz a la persona con la que estoy, porque eso me hace feliz a mí. Nunca hago las cosas a medias; tampoco amar.

Yo, en este país, sólo soy grupo de riesgo para la gripe. De la normal ya me he vacunado y de la otra ya se verá. Lo demás, no problem, de veras. Ni me afecta la inestabilidad económica (haga lo que haga – o deshaga - ZP), ni estoy sola, ni mal acompañada. Así que tú por mí, como dicen los italianos: Non ti preoccupare!.

Todas las personas somos conscientes de nuestros errores. A posteriori, normalmente. Al menos las personas inteligentes. Podría haber admitido otras carencias, pero te aseguro que es metafísicamente imposible que yo me hubiera casado con un hombre que no fuera inteligente. Extraordinariamente inteligente. Lo pillas, ¿verdad?.

Mis condolencias por tu migraña. Los que la sufrimos, sabemos lo que es. En cualquier caso, estoy mucho mejor, y para seguir, parece ser. Lo de ser nulípara no ayudaba nada. En la mujer es, en buena medida, un tema hormonal.

Tineo dijo...

Buenas Ignacio y demás bloggeros.

He llegado a este blog de una manera curiosa.
Tengo un hijo de 14 añitos al que le encanta la II Guerra, es un verdadero fan de sus historias.
Me preguntó por la División Azul, es un tema de difícil explicación, la marea de la famosa memoria no permite enfocar el tema adecuadamente.
El caso, es que un día oyendo a Ignacio en la radio (por pura casualidad) me percaté que había un libro, novelesco, pero libro al fin contemporáneo sobre la División Azul.
Y ahí me tenéis leyendo ávidamente un libro fácil de leer.
No creo que deba recomendárselo a mi hijo de momento, pero en el muy corto plazo seguro que se lo recomendaré.
Que el libro es político? Qué libro que cuenta historias de la Historia no lo es?
Hoy día, hasta los libros de “novela negra” son claramente políticos.
Felicitaciones al autor y ya me iré leyendo los demás libros.

Santiago Bertault dijo...

Me gusta la respuesta. Pero creo que no solo las novelas, la vida es política, sea organizada o no.

Manolo D. Abad dijo...

Las novelas más políticas son las que menos hablan de política. Lamento el aforismo, pero es así (y, como un día me dijo un amigo rockero, tú lo sabes mejor que yo).

Francisco Ortiz dijo...

Muy, muy de acuerdo. Todas. En unas se ve claramente y en otras no tanto, pero todas, sí.

(Añadí el enlace, con tu nombre).

Un saludo.

Rodericus dijo...

Siempre he tenido la impresión de que la Italia contemporanea no ha roto nunca ni renegado de sú pasado fascista, y este comentario de un periodista actuál sobre una novela ambientada en 1945 me lo confirma.
Aquí, aunque a veces no lo parezca, enterramos al régimen franquista, que no fascista, con el general en el Valle de los Caidos.
Y aunque creo que debimos hacer algo parecido a los juicios de Nuremberg en sú dia con todos los implicados en aquella carniceria que fué la guerra civíl, y cuando digo todos me refiero a los responsables de un bando y otro, lo hemos superado con nota sobresaliente. Creo que hoy nada tenemos que ver nosotros con aquellas dos españas.
Pero en Italia quedó en la memoria colectiva una cierta nostalgia de aquél fascio que era pura escenografia y reivindicación de la Roma Imperial.A los Italianos actuales les sigue perdiendo la estetica.¿ Porqué si nó un impresentable como Berlusconi puede ser reelegido jefe de gobierno?

Anónimo dijo...

Aunque por otra parte: que tiene Silvio de estetico, jeje....? Quiza mas que de estetica, hablaria de la herencia fascista en la cultura politica. dar.

Rodericus dijo...

Dar, a este Napoleón de via estrecha en Italia le llama "Il cavaliere", supongo que sus partidarios.
Porque sus detractores le llaman otras cosas que no se pueden reproducir aquí.
También reivindica la grandeza de la Roma imperial como Mussolini, y como el "Duce" tiene complejo de bajito y gasta alzas ortopedicas.
Cuida mucho sú imagen, de hecho amenaza a los medios de prensa que no controla y publican algo sobre él que cree inapropiado.
Tiene una cierta estetica, cutre y casposa para nosotros, pero estetica al fín y al cabo.

Anónimo dijo...

Si, la verdad es que me es dificil admitir que un ser de la misma especie se pudiera sentir atraido por tal payaso con pelo implantado, jeje...Pero es lo que hay, ya lo se. dar.