Bibliorretorno

| viernes, 23 de octubre de 2009 | 19:36



Si no siembras libros, cosecharás cadáveres. Recuerda. Recuerda. La historia de los libros está iluminada por las hogueras de los censores de Roma, anegada por las cenizas de la biblioteca de Alejandría, por los crímenes de los bibliocastas en Grecia, por los esfuerzos de los emperadores chinos por eliminar el pasado, por las obras paganas destruidas por los primeros cristianos, por el pavoroso saqueo mongol de Bagdad, cuando las aguas del Tigris bajaban alternativamente rojas por la sangre de los habitantes y negra por la tinta de los libros arrojados al río; por los libros musulmanes y judíos expurgados en España, por los códices quemados en México, por las piras del Santo Oficio, por la censura de la Inglaterra puritana, por el Holocausto nazi, por las llamas de Sarajevo... Si no siembras libros, cosecharás cadáveres. Recuerda. Recuerda.


Eso me susurraban los tomos de la biblioteca pública de Oviedo, me lo musitaban como una oración, con la misma cadencia, con la misma esperanza de que los escuchase, antes siquiera de saber que yo sería escritor, mucho antes de sufrir mis primeras y aplastantes derrotas en incipientes intentos.
Recuerda, me decían mientras acariciaba sus lomos llenos de polvo, azules, ocres, marrones, rojos, y mi mente quedaba grabada con sus párrafos al igual que en Bizancio marcaban la piel de los herejes con fragmentos de libros sagrados mediante hierro al rojo. Recuerda. Recuerda. Allí donde queman libros, luego quemarán a los hombres.
Y salía y entraba de aquella biblioteca en una historia cuyo comienzo no recuerdo y que tampoco tendrá ya un final. Ni siquiera cuando muera, porque mis libros seguirán existiendo para que le susurren a otro incauto atrapado en sus telas híbridas e impuras, recuerda, recuerda, donde no hay libros, no hay memoria.
Y otro imprudente, y otro más que quedarán atrapados después de él, que querrán escribir los libros que devoran, que desearán perderse en ellos, hasta el punto de la chifladura, de la insensatez, de la irracionalidad. Una forma de alegría sin explicación, sin rumbo, ciega maquinaria que nos rodeará de más libros, para leerlos o para recrearnos en la futura lectura, para mirarlos, para acariciarlos, para olerlos, para conservar hasta la muerte esa angustia por saber, por perdernos más profundamente en el inmenso, inabarcable océano de saber humano.

8 comentarios:

Berta dijo...

Yo fui una lectora precoz, devoraba de niña y adolescente... luego vinieron unos años duros por diversos motivos y creo que leí como 10 libros en 5 o 6 años. Pero hace como tres años que he vuelto a coger el ritmo, mis compañeros han vuelto, esas ganas de volver a sentarse en el sillón con un libro, ahora leo a veces hasta entresemana. A veces he pensado si hubiera que renunciar a algo, al cine o a los libros, renunciaría al cine, si ya sé... a dios pongo por testigo.... tócala otra vez si ella puede soportarlo también... este hueco no es de tu marido, es mío, pedí permiso y ella me lo dio... sí ya lo sé, pero sin libros no, sin libros no.

rodericus2009 dijo...

Mi humilde vivienda se queda pequeña.Los libros empiezan a desbordar sú ubicación natural en mi despacho y invaden el reto del territorio habitable,Las estanterias del comedor no dán más de sí.Tendré que aprovechar cualquiér hueco insospechado para ubicarlos con un minimo de dignidad.

Me niego a deshacerme de ninguno.
Unos me evocan mi juventúd, mis libros de estudio, alguno es aún un comodín de datos técnicos y de véz en cuando los consulto.
Otros me evocan tiempos dificiles, me refugiaba en ellos para evadirme, recorrer lugares desconocidos y ponerme bajo la piél de otros, vivir vidas emocionantes y ajenas, buscando el consuelo en la sabiduria ajena a mi pequeño mundo.
Otros, los últimos, compañeros de mi maduréz y fruto de mi curiosidad por conocer de donde vengo, como he llegado hasta aquí, y quién me trajo de la mano.
Desconozca quién hojeara vuestras páginas cuando yo no esté, solo espero que quién os abra lo haga con el respey
to y cariño que os he dado yo, pero mientras yo siga aquí, me seguireis dando vuestra compañia.
Fuisteis mi primer amor y sereis seguramente el último,

Diego Álvarez dijo...

Lo bonito de leer tu blog, Ignacio, además de tus excelentes entradas, son los no menos excelentes comentarios de la gente que te visita. Es genial.
Un saludo!

Tineo dijo...

Ah!!! Los libros, creo que terminarán como los vinilos, bueno no tanto ni tan rápido , pero algo así.
No la lectura en cambio, en este momento de nuevas tecnología, la lectura, sigue, seguirá, en un blog por ejemplo.
Se ve, se siente, se palpa, que los jóvenes ya no entran en las bibliotecas, sino es para conectarse al wifi.
Se pueden pasar horas conectados al facebook, al twitter,…………………
¿Quizá las que antes se pasaban en las bibliotecas?
Por cierto que el regalo estrella de estas navidades será un e-reader o e-book.
Aunque no se esté de acuerdo con mi opinión, os diré que el programa fomento de la lectura en la Escuela consigue lo contrario. Todo lo que “suene” a colegio suena a examen y a obligación, prescindible por tanto. “El rincón del vago” está lleno de resúmenes de libros.

IGNACIO DEL VALLE dijo...

Yo suspendí Lengua durante muchos años, con esto quiero decir que no soy escritor porque se me diera bien el análisis de oraciones, sino porque me enganché con Sherlock Holmes, con los terrores góticos, con El Señor de los Anillos... A la literatura no hay que respetarla, hay que amarla, tiene que proporcionarte placer...

Rodericus dijo...

Tengo por aquí casi todo lo que se ha publicado en castellano de Lovecraft y las secuelas de los mitos de Chtulu que escribieron sús seguidores con sú particular universo, quizás en eso coincidimos Ignacio.

Tineo dijo...

Ojala se pudiera poner en marcha esto aquí. No tengo confianza, pero seguro que fomentaría la lectura.

Anónimo dijo...

Dice Sonia Belloto que quien escribe se fabrica el mundo a su medida. Es verdad, cuando te adentras en tu propia historia y puedes "ver" a tus propios personajes, pasan a ser una parte tan importante de tu vida que buscarás, contra la razón, llevarlos a una biblioteca pública para que otros los lean.
Ese es mi sueño. Desde esta mi realidad no importa que ocurra así o no ocurra. Importa que desde dentro de la piel de mis personajes. Vivo y me viven.
Desde que los tengo no soy más rica en dinero, pero soy más rica en humanidad. Ellos me humanizan.Y desde este lugar que tantas personas visitan quiero darles las gracias,y decirles que SIEMPRE lucharé porque pasen a vivir a la biblioteca.
Cantan Nelly Furtado Y Alejandro Fernández, la voz de México una canción que se titula sueños y dice: "Soñar es la libertad de aquel que ha tocado el cielo sin saber volar". Pues eso.
Desde mi nube le doy las gracias a Ignacio del Valle por crear este blog. Que late, respira y transmite tanta verdad.