Dante Gabriel Rossetti

| martes, 24 de octubre de 2017 | 11:39



¿Qué hombre no se ha inclinado a velar el sueño de su hijo,
para meditar cómo mirará ese rostro el suyo cuando esté frío,
o ha pensado, mientras su propia madre le besa los ojos, 
en cómo sería su beso cuando su padre la cortejaba?